Acreedores. La más fuerte
Escrita en 1888, el mismo año que "La señorita Julia", August Strindberg (1849-1912) se inspiró en su experiencia matrimonial para alumbrar "Acreedores", una de sus obras favoritas, en la que en el ambiente intenso, despiadado y claustrofóbico que caracteriza su teatro, llevó a la escena la pugna entre el marido y el exmarido de una mujer (uno y otro encarnación de sendas facetas de la personalidad del autor), ejemplificando de paso en la obra sus ideas sobre la «lucha de cerebros» y el «asesinato psíquico».