Una invitación a la creación libre de prejuicios y de obstáculos. Una llamada al encuentro de las mujeres con la escritura (y con la realidad) para que se den por fin el lugar que siempre han merecido. Y un texto brillante, divertido y mordaz, que no se agota jamás en la relectura, escrito por una de las autoras más geniales de la historia.
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Sinopsis
¿Qué habría pasado si Shakespeare hubiera tenido una hermana con su mismo talento para la escritura? Probablemente, que él seguiría siendo un faro de las letras universales y ella, condenada al anonimato, se habría suicidado.
Esto decía Virginia Woolf a las estudiantes universitarias que en 1928 atendieron a sus conferencias sobre las mujeres y la literatura. Y lo decía, precisamente, invocando también a Jane Austen o a las Brontë, para animarlas a no dejarse aplastar por el peso de una historia eminentemente masculina. "Una habitación propia" sigue siendo hoy libro de cabecera porque es una invitación a la creación libre de prejuicios y de obstáculos, y una llamada al encuentro de las mujeres con la escritura (y con la realidad) para que ocupen por fin el lugar que siempre han merecido. Y porque es, además, un texto brillante, divertido y mordaz que no se agota jamás en la relectura y que refleja la grandeza de su autora: una de las escritoras más geniales de la historia.
Traducción de Catalina Martínez Muñoz
Colección
13/20
Código
3466749
I.S.B.N.
978-84-1148-189-2
Publicación
02/02/2023
Clasificación IBIC
JFSJ1
Formato
Papel
Páginas
160
Autor
Virginia Woolf
Virgina Woolf (1882-1941), figura destacada del llamado «Grupo de Bloomsbury», destaca junto con James Joyce, Franz Kafka o Thomas Mann entre los grandes renovadores de la novela moderna. En sus obras más famosas, como "La señora Dalloway" (1925), "Al faro" (1927) y "Las olas" (1931), experimentó con la estructura temporal y espacial de la narración mediante un poderoso lenguaje narrativo en el que se equilibran perfectamente el mundo racional y el irracional de los sueños y los delirios. Pionera en la reflexión sobre la identidad femenina, la condición de la mujer y su relación con la literatura y el arte, Virgina Woolf plasmó su pensamiento en varios ensayos y en la inclasificable "Orlando" (1928), novela en la que reflexiona con humor no exento de denuncia acerca de las diferencias entre hombres y mujeres a través de las experiencias del protagonista, un joven aristócrata que de manera espontánea e involuntaria se transforma en mujer.