La trilogía de novelas autónomas que Pío Baroja (1872-1956) englobó bajo el título "Las ciudades", integrada por "César o nada", "El mundo es ansí" (1912) y "La sensualidad pervertida", constituye un espléndido retrato del clima social, espiritual, intelectual y político de la España de la época.
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Sinopsis
La trilogía de novelas autónomas que Pío Baroja (1872-1956) englobó bajo el título "Las ciudades", integrada por "César o nada", "El mundo es ansí" (1912) y "La sensualidad pervertida", constituye un espléndido retrato del clima social, espiritual, intelectual y político de la España de la época. Hija de un general del zar, Sacha Savarof abraza los principios revolucionarios y se entrega a la defensa de la justicia y de la libertad, y, tras diversas peripecias por Suiza e Italia, se casa en segundas nupcias con el pintor español Juan de Velasco. En España, sin embargo, tampoco encuentra la felicidad, pues a un nuevo fracaso conyugal se une el choque con la mentalidad cerrada y retrógrada que advierte en las gentes durante sus viajes por el norte de la Península, Madrid y Andalucía, y que contrasta con el carácter, costumbres y formas de vida de otros pueblos europeos.
Colección
Bibliotecas de autor
Código
3403282
I.S.B.N.
978-84-206-7400-1
Publicación
19/03/2013
Clasificación IBIC
FC
Formato
Papel
Páginas
248
Autor
Pío Baroja
Pío Baroja (1872-1956) nació en San Sebastián y vivió, durante gran parte de su vida, en Madrid, donde estudió Medicina y se doctoró con una tesis sobre el dolor. Ejerció la profesión de médico, pero hacia 1900, tras regentar brevemente una panadería familiar, decide dedicarse a la literatura. A lo largo de medio siglo escribió casi un centenar de novelas, muchas agrupadas en trilogías, ensayos, memorias, teatro y un libro de poesías. Integrante de la llamada Generación del 98, y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1934, prefirió la soledad al contacto con la sociedad literaria. Su estilo narrativo, de un realismo vigoroso y poco dado a las sutilezas, le permitió caracterizar con un tono pesimista y rotundo las miserias de la sociedad de su época; hábil narrador en sus novelas, compuestas de aventuras, digresiones y episodios entretenidos, destaca la menudo la fuerza de voluntad de sus personajes más sobresalientes.