Compendio de los héroes barojianos que hacen de la acción el eje de su existencia, el protagonista de "Zalacaín el Aventurero" (1909) se caracteriza por su voluntad enérgica desprovista de motivaciones ideológicas, su amor por el peligro y su capacidad para salir triunfador en la lucha contra la adversidad y el destino.
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Sinopsis
Compendio de los héroes barojianos que hacen de la acción el eje de su existencia, el protagonista de "Zalacaín el Aventurero" (1909) se caracteriza por su voluntad enérgica desprovista de motivaciones ideológicas, su amor por el peligro y su capacidad para salir triunfador en la lucha contra la adversidad y el destino. Novela situada en el marco histórico de la última guerra carlista, en ella las aventuras se suceden con rapidez cinematográfica y prevalecen de largo sobre las teorías y la reflexión. De capital importancia en la visión del mundo de Zalacaín es el viejo Tellagorri, vagabundo astuto y vividor, antisocial y anarquista, quien le transmite su amor por la naturaleza y le enseña a ser fuerte por encima de todo. Como su contrapunto, en cambio, Pío Baroja (1872-1956) alza el odio enfermizo que le profesa Carlos Ohando, débil vástago de una familia hidalga, carlista fanático y sombrío que envidia en su enemigo la fuerza y el éxito que a él le están vedados.
Colección
Bibliotecas de autor
Código
3403288
I.S.B.N.
978-84-9104-562-5
Publicación
26/01/2017
Clasificación IBIC
FC
Formato
Papel
Páginas
232
Autor
Pío Baroja
Pío Baroja (1872-1956) nació en San Sebastián y vivió, durante gran parte de su vida, en Madrid, donde estudió Medicina y se doctoró con una tesis sobre el dolor. Ejerció la profesión de médico, pero hacia 1900, tras regentar brevemente una panadería familiar, decide dedicarse a la literatura. A lo largo de medio siglo escribió casi un centenar de novelas, muchas agrupadas en trilogías, ensayos, memorias, teatro y un libro de poesías. Integrante de la llamada Generación del 98, y miembro de la Real Academia de la Lengua Española desde 1934, prefirió la soledad al contacto con la sociedad literaria. Su estilo narrativo, de un realismo vigoroso y poco dado a las sutilezas, le permitió caracterizar con un tono pesimista y rotundo las miserias de la sociedad de su época; hábil narrador en sus novelas, compuestas de aventuras, digresiones y episodios entretenidos, destaca la menudo la fuerza de voluntad de sus personajes más sobresalientes.