La relación de los gatos con los humanos se remonta a 10.000 a.c cuando durante el Neolítico nació la vida sedentaria gracias a los primeros asentamientos humanos y se intensificó la relación con los felinos, gracias también a la agricultura. Se han encontrado, de hecho, en yacimientos arqueológicos en Anatolia, Siria o Israel una gran variedad de figuras de piedra que representan a gatos. Además, los gatos eran considerados sagrados y eran venerados como dioses en el Antiguo Egipto.
Queremos mucho a los gatos y, por eso, hay tres celebraciones anuales en su honor. Sin embargo, la más destacada es la que se celebra el próximo 20 de febrero, y que fue auspiciada por el Fondo Internacional para el Bienestar de los Animales junto a muchas otras asociaciones y el apoyo de los internautas.
Su origen se halla en Socks, la así conocida como “la mascota presidencial”, la mascota de la familia Clinton mientras Bill Clinton era presidente de los Estados Unidos, adoptada por su hija Chelesea. Socks se convirtió en toda una celebridad y tenía club de seguidores y página web. Desgraciadamente y, por culpa del cáncer, Socks hubo de ser sacrificado para liberarle de su sufrimiento. Así, el día de su fallecimiento, el 20 de febrero de 2009 se convirtió en uno de los Días Internacionales del Gato.
Además de rendir homenaje a los gatos, sirve este Día Internacional del Gato para apoyar la adopción de estos animales domésticos.
Y como sabemos que también en vuestro ocio y en vuestras lecturas os gusta que aparezcan nuestros queridos felinos, os recomendamos 7 libros muy gatunos.
Un joven cartero regresa a su casa después de que el médico le diagnosticara un tumor cerebral en fase avanzada. Allí se encuentra a su gato Col y a un extraño personaje, idéntico a él excepto en su actitud y en su vistosa indumentaria. Dice ser el diablo y le anuncia su muerte inminente. Pero le ofrece un trato: por cada objeto animado o inanimado que acepte que desaparezca del mundo, ganará un día de vida. Empieza por los teléfonos, sigue el cine, luego los relojes... Pero cada uno le evoca aspectos de su vida, la relación con su exnovia o con su padre, que acabó tan mal... Cuando les llega el turno a los gatos, encuentra una carta que su madre le dejó escrita antes de morir pidiéndole que se reconciliase con su padre. ¿Y qué pasará cuando desaparezcan los gatos? Genki Kawamura nos deleita en "Si los gatos desaparecieran del mundo" con una novela ágil, evocadora, emotiva, fantástica y divertida.
Si hay un observador privilegiado que pueda conocer a fondo cada recoveco de una ciudad y escudriñar a las personas que habitan en ella, tiene que ser un gato. Natsume Soseki (1867-1916) ofrece en esta obra maestra de la literatura japonesa un hilarante retrato de su tiempo -la modernizadora era Meiji- visto a través de los ojos de un felino callejero de Tokio. Adoptado a su pesar por el profesor Kushami, el orgulloso gato no dejará de quejarse y de analizar con un humor sarcástico el comportamiento de los personajes que desfilan por la casa, una muestra perfecta de la excéntrica burguesía japonesa.
Misteriosos y elegantes, amorosos pero independientes, compañeros silenciosos o, en ocasiones, demasiado expresivos, dueños de su espacio y observadores implacables. Son los gatos. En este libro que entusiasmará a los amantes de este fascinante animal, la etóloga Paola Valsecchi traza su historia y cuenta el papel que ha desempeñado en ella desde el antiguo Egipto hasta hoy, explicando asimismo su evolución, su domesticación, su comportamiento en los muchos medios -silvestres y domésticos- en que se da su presencia, sus características físicas y conductuales, sus habilidades sensoriales y sociales, y también sus emociones. La larga relación que tenemos con los gatos se está viendo incrementada en nuestra sociedad moderna, en la que predominan soledades compartidas y convivencias con límites definidos, pero esto no impide que siga marcada por el aire hierático e inescrutable que parece siempre envolverlos.
Novela que ha suscitado el entusiasmo de millares de lectores desde su primera publicación, El maestro y Margarita no sólo es una sátira genial de la sociedad soviética, con su población hambrienta, sus burócratas estúpidos, sus aterrados funcionarios y sus corruptos artistas. Acompañado de una extravagante corte, el Diablo llega a Moscú e irrumpe en sus mediocres vidas desencadenando toda una serie de peripecias trepidantes y disparatadas que radiografían las debilidades de la naturaleza humana.
Los perros tienen amos. Nosotros, los gatos, tenemos empleados. En el orden jerárquico, ningún ser humano está a la altura de un gato cualquiera. Si tu humano no lo comprende, toma medidas. Y recuerda: los humanos tienen la edad mental de un gatito ciego de una semana. El manual definitivo para amaestrar a tu humano. Ilustraciones de Irlanda Tambascio (Eire).
Yugoslavia, años ochenta: Mientras el matrimonio concertado de Emine se desmorona, el país se desangra en una cruenta guerra. Décadas más tarde, su hijo Bekim es doblemente marginado en Finlandia, como inmigrante, y como homosexual. Su única compañía es una boa constríctor a la que deja deambular libremente por su apartamento, a pesar de su fobia a las serpientes. Una noche, en un bar gay, Bekim conoce a un gato que habla. Esta criatura ocurrente, veleidosa y manipuladora llevará a Bekim de vuelta a Kosovo para hacer frente a sus demonios y comprender su historia familiar -e, incluso, encontrar el amor. Pajtim Statovci, doctorando en Literatura Comparada en la Universidad de Helsinki, es un joven novelista finés de origen kosovar que ha sido galardonado con los premios literarios más prestigiosos de su país: el Finlandia, el Toisinkoinen y el Helsingin Sanomat. Su primera novela, Mi gato Yugoslavia, ha sido publicada en diecisiete países. En Alianza editorial también hemos publicado su novela Bolla.
Los gatos que te presentamos simbolizan el lado más frágil y vulnerable que hay en cada uno de nosotros y que a menudo asociamos con una suerte de «mancha» oscura que la sociedad prefiere ocultar, pero que es tan natural y está tan presente en nuestra vida como nuestra cara más luminosa. ¿Quién no se ha sentido alguna vez abandonado, maltratado, rechazado, enfermo, sucio, desequilibrado o deprimido? Todos los seres vivos de este planeta sufrimos los mismos achaques, así que no deberíamos mirar para otro lado. En la era de la visibilidad, estos gatos merecen un espacio en el que sentirse aceptados y acogidos. Son igual de achuchables que un felino de raza o pedigrí y tienen el mismo derecho a la dignidad. ¿Te atreves a conocerlos?
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